Débora Arango fue una gran mujer, que se adelantó a su época y utilizó el arte para llevar mensajes claros, para criticar todos los tabúes e injusticias de la sociedad, enfrentándose a la censura, soportando que la señalaran y que la excomulgaran en una sociedad moralista y filistea. Fue la primera mujer que se atrevió a pintar un desnudo.
En su obra encontramos de todo: criticó la opresión a que son sometidas las prostitutas por parte de la policía en su cuadro "Justicia", criticó la politiquería en su cuadro "El congreso", condenó la masacre de las bananeras, plasmando en el lienzo los vagones llenos de obreros asesinados que el gobierno de Abadía Méndez quería esconder, fustigó la dictadura de Rojas Pinilla y pintó a Laureano Gómez como un horrendo sapo, sólo para mencionar algunos de sus cuadros. Fue llamada populista, los museos le cerraron sus puertas. Siempre soñó con hacer un mural en su país, le ofrecieron los muros de México, pero ella se negó porque su sueño era pintarlo en Colombia, para su gente y se fue a la tumba con ese sueño. Finalmente en sus últimos años la burguesía se vio obligada a reconocer el mérito de su trabajo en un homenaje.
Esta gran pintora es un ejemplo para todos aquellos que deseen seguir por la senda del arte, porque demostró que, como decía ella, “el arte debe sentir serenamente, tocar el dolor” y por tanto, no puede ser imparcial o apolítico; por eso, cuando le preguntaban si le gustaban los paisajes, respondía que eran bonitos pero a ella sólo le importaba la gente.
Débora murió a los 98 años, poco después de ser condecorada por el tiranuelo Uribe de quien se declaró admiradora; algo que no debe extrañar, ni le quita mérito a su trabajo pues la pintora no sólo estaba ya en su edad senil (siéndole muy difícil advertir que Uribe no se diferencia mayormente del asesino Laureano Gómez), sino que además conservaba el regionalismo burgués paisa (algo que compartía con el jefe paramilitar) a lo cual se suma que no tuvo en su vida una participación política activa, lo que hace más meritorio su trabajo, ya que aparte de ser mujer en una sociedad machista, fue una artista innata del pueblo, diferente a muchos artistas con trayectoria política en la "izquierda" que no reflejan mayor cosa en sus obras.
De Débora Arango el proletariado debe rescatar su papel como una mujer valerosa y rebelde, quien se enfrentó a toda la sociedad burguesa que la condenó a vivir en el ostracismo, y lo más importante: que el arte también es una arma de combate contra el poder de la burguesía.
1 comentario:
hola , una grande Débora Arango que bueno que hallas escrito sobre ella , mira esta muy bueno tu blogg yo recién ahora lo conozco y lo iré leyendo mientras pueda , un saludo , chauu
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