El arte levantando polvareda
Escombros, artistas de lo que queda
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Horacio D´Alessandro, integrante del grupo de arte argentino Escombros habla sobre el rol del artista en la sociedad. Considera a la cultura como “una herramienta de cambio”.
El grupo argentino de arte Escombros construye, desde las ruinas, la posibilidad de nuevos lazos sociales y acciones de solidaridad, que se desencadenan a partir de la ruptura con la indiferencia individualista reinante.
El grupo nace el 9 de julio de 1988. Actualmente. A pesar que cada uno de los miembro tiene su visión particular, poseen un criterio común: “las obras cuando se hacen es porque todos estamos de acuerdo, de lo contrario no la hacemos.”
El colectivo conforma su identidad en un arte conceptual, que apela a llegar a la mayor cantidad de personas, a través del trabajo interdisciplinario. En este sentido Horacio D´Alessandro, integrante de Escombros afirma que, “Llegamos a la gente a partir de que concebimos las obras con mucha claridad conceptual, alguna crítica nos ha dicho que somos demasiados explícitos y justamente creemos que es la manera de que una mayor cantidad de gente entienda, comprenda y pueda leer la obra. Si la obra es hermética, no sirve para transmitir. No significa que una cosa sea mejor que la otra, nosotros planteamos nuestra estética así, son clara y concreta”.
Al momento de discutir las iniciativas, “partimos de un proyecto con mucha fuerza visual y con apoyo del texto, creemos que eso completa el mensaje. Cuando hemos hecho convocatorias o muestras notamos que lo que está escrito aclara el mensaje conceptual, o sea la gente nos ha dicho “estoy de acuerdo con lo que ustedes dicen porque encuentran las palabras para expresarlo”. No importa si las obras son buenas o no.”
- ¿Cuál es el rol del artista en la sociedad?
El artista en la sociedad es testigo de lo que pasa. Nosotros nos valemos de distintos medios para expresar nuestra filosofía, apelamos a la fotografía, a la escultura, a la convocatoria y a los objetos de conciencia para de alguna manera marcar cosas que le van pasando al hombre y a la sociedad. En muchos casos enmarcamos problemas que tiene la sociedad Argentina, y que son parte de la humanidad; el autoritarismo del poder es el mismo en todo el mundo. En la mayoría de nuestras obras tenemos como objetivo marcar lo que el poder hace con la gente.
-¿La cultura puede ser concebida como medio de resistencia?
-Desde cada lugar se debe resistir ante el avance globalizador. Lo que sucede es que el poder ha hecho todo lo posible para dividirnos e impedir que nos agrupemos y poder resistir mejor. La cultura es lo último que puede perder un pueblo. El permanente bombardeo mediático y la colonización del imperio norteamericano hace que lentamente se vayan perdiendo los desplazamientos culturales propios. Nosotros creemos que uno puede resistir mientras sea sincero y mantenga su identidad. Porque la cultura es intrínseca al ser humano, entendiendo por cultura no lo que te informan en la escuela sino todo lo que hace a la forma de vida de cada uno.
-¿Es la cultura una herramienta de cambio?
La cultura toma distintas cosas del pasado y del presente, en la medida que esa cultura se haga fuerte y sea legitima va a ser siempre una herramienta de cambio. Eso es lo que permite ir avanzando.
-¿Considera el arte como un puente?
-El puente puede ser entre culturas. El cambio viene sólo si hay cultura y si se desarrolla. El artista esta siempre en una búsqueda de cosas nuevas eso hace que vaya cambiando todo. El poder hace todo lo posible para que no cambie, para que todo se entrecorte, de esa manera nadie levanta nada.
-¿Cómo la dualidad entre lo humano y lo inhumano se articula con el último manifiesto del “Anti-poder”?
-Porque precisamente el poder es lo que transforma las cosas en malas y buenas. Nosotros empezamos a trabajar hace mucho tiempo en 1988 ¿Cómo es posible que nosotros estemos hablando de las mismas cosas de hace quince años?.
En nuestro país los sucesivos golpes autoritarios han que hecho que la cultura no se defienda. No es posible que nosotros seamos la vanguardia si tenemos más de 60 años cada uno. Pero ¿por qué nosotros?, si no hay más gente, precisamente el poder ha impedido que las otras generaciones se expresen y se puedan desarrollar. Además en este país la cultura es el enemigo del gobierno.
El Proyecto para una minicomputadora bananera fue expuesto por primera vez entre febrero y marzo de 1976 en la muestra América Latina 76, en la fundación Joan Miró, Barcelona, España. La iniciativa se retoma en diciembre de 1990 en forma de libro. Un total de 20 dibujos en blanco y negro realizados por los integrantes del Grupo Escombros se editaron en 300 ejemplares.
Este proyecto es fiel a su consigna que la obra de arte revela lo que el poder oculta y dice lo que la sociedad calla. Se afirma que la conquista de América aún no terminó y continúa en la adquisición de tecnología, no podemos mantener, al precio de una deuda externa impagable.
“Eso se hizo ante de Escombros, cuando nosotros teníamos un grupo que se llamaba “Fabrica de ideas”. Esa fue una serie de dibujos que ahora se recrearon. Hicimos esa muestra de objetos con los dibujos que hicieron cuatro integrantes del grupo. Nos pareció que era algo que podía quedar bien y que de alguna manera era divertido porque desde el humor esta la critica hacia la tecnología que tiene el poder”.
-¿Cuál es la intención de las distintas obras?
-Nosotros queremos generar conciencia en la gente, los objetos son para eso. En uno de los manifiestos decimos que el artista es el centinela, nosotros estamos avisándole a la gente las cosas que están pasando; ver desde otro punto de vista no significa que sea la verdad, después cada uno de la obra saca sus propias conclusiones. Nosotros lo único que pretendemos es encender una lucecita.
-¿Cómo ves la repercusión de las obras de Escombros en la gente?
-Llegamos a la gente a partir de que concebimos las obras con mucha claridad conceptual, algunas críticas nos han dicho que somos demasiados explícitos y justamente creemos que es la manera de que una mayor cantidad de gente entienda, comprenda y pueda leer la obra. Si la obra es hermética no sirve para nada, no sirve para transmitir. No significa que una cosa sea mejor que la otra, nosotros planteamos nuestra estética así, son claras y muy concretas.
Nosotros intentamos que el concepto sea claro, partimos de un proyecto con mucha fuerza visual y además con apoyo del texto, creemos que eso completa el mensaje. Cuando hemos hecho convocatorias o muestras notamos que lo que está escrito aclara el mensaje conceptual, o sea la gente nos ha dicho “estoy de acuerdo con lo que ustedes dicen porque encuentran las palabras para expresarlo”. No importa si las obras son buenas o no.
Para ver imagenes de los trabajos realizados por el grupo escombros visite: http://www.grupoescombros.com.ar
(*) Entrevista realizada por Eugenia Marengo, Carmen Botella y Daniela Camezzana, alumnas del seminario curricular de grado "MERCOSUR, procesos de Integración Latinoamericana y Medios de Comunicación", de
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